Entendiendo la piel tersa: ¿qué la define?
Tener la piel tersa significa contar con un cutis firme, suave y con elasticidad. Estos atributos reflejan salud y juventud, pero con el paso del tiempo se van perdiendo debido a procesos naturales e influencias externas.
Cuando disminuye la producción de colágeno y elastina, la piel se vuelve más delgada y frágil. La pérdida de densidad y tonicidad es lo que hace que la firmeza desaparezca progresivamente.
La importancia de la elasticidad y firmeza facial
Los principales responsables de una piel firme son el colágeno y la elastina, dos proteínas que estructuran y sostienen la dermis. Sin ellos, el rostro pierde soporte y aparecen líneas de expresión más visibles.
Una piel tersa es sinónimo de equilibrio y vitalidad. Es el reflejo externo de una piel sana que se cuida tanto desde dentro como con cosméticos de calidad.